sábado, 20 de febrero de 2021

A pesar del diluvio

No volveremos a ser los mismos,
pero te miro y el mundo sigue ahí,
venciendo al parpadeo del filósofo
como un durazno joven besado por el sol.
Qué nos queda sino la confianza
en el diente de león y no en la esquirla,
en la violenta belleza del latido
y no en el soterramiento de labios;
qué añoramos sino el camino verde…
Sí, estos huesos rotos nos pertenecen,
heñimos todavía la tierra y la nieve,
pero te miro y la vida sigue ahí,
ávida, íntegra en su fragilidad
a pesar del diluvio.
                                    
                                    @hpoeticus

El tacto

 Abrázame
                  —la piel es el cantil a donde 

          peregrinan los náufragos—;

abrázame, susurro,

aunque sé que tu cuerpo

se pierde en un fascículo de píxeles

ajenos al deseo.

Hablamos de las cosas más triviales

y de la extraña herida que nos impuso marzo:

mi perro dormitando junto al ficus,

tu casa huele toda a pan quemado;

la orfandad de los días,

la muerte, los aplausos.

Quizás el mes que viene podamos dar paseos.

 

Te abrazaré, susurras,

y yo te abrazaré,

y mayo se abrirá como un nenúfar

acunado en la promesa del agua.


                                                    @hpoeticus

La frente

Mientras duermes, una frente apoyada en el cristal del salón rumia barro. Han tiznado las estrellas con sarro, apenas yerra carne desalmada....