sábado, 26 de noviembre de 2022

Aquello que ya no es piedra


Te esperaré en el río

sentado en nuestra piedra

salmodiando los himnos de los grillos.

Otros perros vendrán para invitarte

a retozar a la sombra del fresno.

Husmearán tu estela,

te buscarán pensando que te ocultas

y que juegas, travieso, al escondite.

Se acercarán de nuevo,

olisquearán mi mano interrogándome,

y, ante el extenso peso

del silencio y la ausencia,

te esperarán también

sentados en tu piedra.

Hay grietas en la tarde que se rompen.


La frente

Mientras duermes, una frente apoyada en el cristal del salón rumia barro. Han tiznado las estrellas con sarro, apenas yerra carne desalmada....